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Management desde el punto de vista práctico

 

Hace poco tiempo, leyendo “El pequeño libro de las grandes teorías del management” comprobé que varias de las ideas acerca de la gestión de personas y empresa que yo tenía, eran el reflejo de teorías y estrategias relativas al management, por lo que veía somo se reforzaban mis ideas. Dicha lectura me indicaba que estaba bien encaminado y que en demasiadas ocasiones creemos que las cosas son mucho más complejas de lo que son en realidad, cuando lo más sencillo y que está basado en el sentido común es lo que mejor funciona la mayor parte de las veces.

Management-Gestión

Veamos a continuación alguna de estas teorías de management y de su aplicación en la gestión empresarial en industria, aportando mi punto de vista.

 

Principios de Fayol

Con ese principio se busca garantizar que la estructura, los sistemas y los recursos funcionen de forma efectiva.

Sin duda, si no existe una estructura bien definida no estará clara la cadena de mando, por lo que la toma de decisiones se puede ver lastrada. Por otra parte, si no hay sistemas establecidos ni coordinación, puede provocar que no queden bien establecidas ni repartidas las tareas a realizar. Por último, es imprescindible suministar los recursos necesarios para poder realizar las tareas asignadas, lo contrario puede suponer pérdidas de tiempo o trabajos mal realizados, lo que lleva consigo la falta de eficiencia.

Los recursos necesarios, en muchas ocasiones se ven como un gasto, sin llegar a analizarse las consecuencias de no invertir y de la pérdida de tiempo y dinero que puede suponer el no disponer de dichos recursos. En mantenimiento, por ejemplo, estos recursos adecuados pueden ser herramientas de montaje, equipos de alineación o equilibrado, sensores para medir, software para analizar tendencias,…

Otra parte a considerar en esta teoría es la relación laboral con los empleados, la remuneración, el trato, el fomento de la iniciativa y el trabajo en equipo. Si no existe compromiso e implicación por parte del empleado, difícilmente se obtendrán buenos resultados. El equilibrio entre lo que ofrece la empresa y  lo que aportan los empleados es fundamental para el éxito de la empresa.

 

Si la empresa fracasa, los empleados se quedarán sin trabajo”

 

Siempre hay que buscar formas más efectivas y eficiente de realizar el trabajo, por lo que es aconsejable revisar periódicamente las tareas y los procesos, además de preguntar a las personas que las realizan, puesto que son quienes pueden aportar ideas para poder optimizarlas.

Un trabajador motivado desempeñará mejor su cometido, por lo que es necesario facilitar su trabajo, mantener la mejor relación posible y fomentar la iniciativa en la medida de lo posible. Sin duda existe un valor importante en el aporte de ideas para el desarrollo de la empresa.

 

Teorías X e Y de McGregor

Con esta teoría se identifica cómo los actos del mando influyen en la percepción que tienen los empleados sobre él.

  • Teoría X: el mando intenta ejercer un control estrecho utilizando una supervisión y un seguimiento de las normas de forma estricta.
  • Teoría Y: en este caso el mando busca crear un entorno en el que se reconoce y se recompensa el esfuerzo, elogiando con regularidad al empleado.

Podemos encontrar empleados cuya única motivación sea el dinero con el mínimo esfuerzo posible, empleados que consideren que la teoría Y sea una muestra de debilidad y prefieran una gestión estricta. Sea cual sea la teoría que se quiera elegir, el empleado valora una actitud consistente, por lo que el cambio de actitud puede provocar confusión.

En mi caso, siempre he preferido dar una cierta autonomía y facilitar en la medida de lo posible la iniciativa, intentando mosttrarme accesible escuchando las ideas y propuestas de mi equipo. No obstante, en ocasiones me he encontrado con que algún mienbro del equipo me ha comentado que prefería un estilo autoritario, aunque a la hora de la verdad y tal como mostraban sus actos, era una opción que decía pero que realmente no la quería.

 

Teoría de Peters y Waterman

Con esta estrategia se busca incrementar el rendimiento de la empresa escuchando tanto a clientes como a los empleados que están en contacto con el cliente, un camino en busca de la excelencia.

Esa escucha activa permite conocer mejor al cliente, lo que necesita, lo que siente, de forma que esa información se puede utilizar a la hora de detectar oportunidades, innovar y mejorar procesos. Es una manera de actuar de forma proactiva y no reactiva.

Para el éxito de esta estrategia es interesante que exista una cultura empresarial alineada con dicha estrategia, en la que se fomente un estado mental de escucha, en la que la comunicación fluya de forma natural, se promueva la aportación de ideas y en la que se comparta el éxito.

Desde mi punto de vista, los servicios de atención al cliente y servicio técnico o de post venta pueden proporcionar una información muy importante de cara a mejorar la relación con el cliente y satisfacer sus necesidades.

 

“Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker

 

A veces nos tomamos el tema de la gestión de una forma excesivamente seria y rígida, por lo que creo que hay que analizar las teorías y ver que pueden ser más sencillas de lo que en un principio pueda parecer y, en un muchos casos, aplicar el sentido común puede ser la principal estrategia de gestión.

En próximos artículos se seguirán presentando y analizando más teorías de gestión.

 

Y tú que opinas:

  • ¿Consideras que el management es más intuitivo de lo que pueda parecer en un principio?
  • ¿Crees que el sentido común es un buen método de gestión?
  • ¿Prefieres una gestión rígida o una más flexible y participativa?
  • ¿Qué tipo de gestión se utiliza en tu empresa?

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

 
Angel Partida
Ingeniero Técnico Industrial
Fundador de “Mantenimiento & Mentoring Industrial

 

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Invertimos en el mantenimiento de máquinas, ¿y en el de las personas?

 

Invertimos en el mantenimiento de la maquinaria que utilizamos en nuestro proceso productivo, pero ¿invertimos en el mantenimiento de las personas que manejan esa maquinaria? ¿Acaso las personas no necesitan de un mantenimiento adecuado para mantener su nivel de compromiso y de eficacia, para realizar el trabajo de forma óptima?

“Una empresa no puede prosperar si no tiene a sus empleados detrás”. Neville Isdell

Toda empresa tiene dos activos fundamentales, empleados y clientes, sin ellos la empresa no tiene sentido. Por tanto, si los empleados son fundamentales en el éxito de una empresa, ¿por qué no se invierte lo necesario para mantener el capital humano de la empresa en las mejores condiciones

Si no cuidamos el potencial humano de nuestra empresa, manteniéndolo en óptimas condiciones, no podremos conseguir un crecimiento sostenible de la empresa.

Si realizamos un paralelismo entre el mantenimiento de maquinaria y el que podemos aplicar a las personas, veremos los distintos tipos de mantenimiento que podemos realizar o tener en cuenta.

Correctivo.

En este caso actuamos de forma reactiva, es decir, solo actuamos cuando el empleado no se siente a gusto y manifiesta su malestar. En muchas ocasiones esta situación se vuelve irreversible, y podemos perder el potencial que tiene esa persona, bien porque abandona la empresa o bien porque cambia su actitud, decayendo su nivel su compromiso. En este caso corremos el riesgo de llegar demasiado tarde a solucionar el problema, teniendo unas consecuencias nefastas y un coste económico muy elevado.

Preventivo.

Realizamos tareas rutinarias a lo largo del tiempo para mantener el nivel de satisfacción del empleado. Podría considerarse como un ejemplo el uso de pagas extraordinarias o beneficios sociales como vales de comida, seguros médicos, planes de jubilación,…

En este caso intentamos cubrir las necesidades de satisfacción básicas, evitando así los casos de insatisfacción laboral más comunes.

Predictivo.

En esta clase de mantenimiento podemos realizar una serie de tareas para evaluar el estado de los empleados, como por ejemplo evaluaciones de desempeño, encuestas de satisfacción,…

Con estas medidas pretendemos verificar el estado de satisfacción del empleado, pudiendo así anticiparnos a una posible crisis, puesto que podemos detectarlas a tiempo.

TPM.

En este tipo de mantenimiento queremos involucrar al empleado, tanto en el diseño como en la realización de las tareas que van a ayudar a mantener su estado de satisfacción y de compromiso en unos niveles óptimos. 

Nuestra intención es que el empleado sienta que es una parte muy importante dentro de la empresa  y, por tanto, le invitamos a aportar sus ideas. Podemos utilizar buzones de sugerencias, grupos de trabajo, etc, para que el empleado pueda exponer su opinión y ofrecer propuestas.

Proactivo.

Nuestra intención es evitar situaciones recurrentes de crisis laboral, por tanto pretendemos atajar de raíz la causa de los conflictos, es decir, si tenemos algún problema recurrente no nos basta con resolver dicho conflicto, sino que buscamos poner remedio a la causa de ese problema recurrente, evitando de esa forma que pueda volver a suceder dicho conflicto.

RCM.

Con este tipo de mantenimiento pretendemos adecuar el mantenimiento para cada empleado. Es indudable que no a todas las personas les motivan las mismas cosas, por lo que realizaremos un estudio entre nuestros empleados, a fin de obtener las mejores medidas para mantener su estado de satisfacción.

 

¿Es necesario invertir y realizar tareas de mantenimiento en los empleados de nuestra empresa? Según mi punto de vista si, sin duda, sobre todo si lo que pretendemos es ser competitivos y disponer de una plantilla motivada, satisfecha y comprometida, posibilitando así el crecimiento sostenible de la empresa.

 

Ahora es tu turno,

  • ¿Estás de acuerdo con esta clasificación? ¿Tienes alguna sugerencia?
  • ¿Consideras que en tu empresa se realiza un mantenimiento adecuado a los empleados?
  • ¿Crees que se podría tomar alguna medida para mantener o mejorar el nivel de satisfacción de los empleados? ¿Cuáles?

Te invito a compartir tus sugerencias en los comentarios.

 
Angel Partida
Ingeniero Técnico Industrial
Fundador de “Mantenimiento & Mentoring Industrial”

 

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Creando equipo. Las claves del trabajo en equipo

 

En el anterior artículo hablé del último curso que impartimos en empresa, y comentaba cómo la motivación tiene un fuerte componente personal, y que no podemos limitarnos a esperar una motivación externa, sin poner nada de nuestra parte.

El curso estaba dividido en dos jornadas y, “Creando equipo”, era el título de la segunda jornada, y se hablaba de la importancia del trabajo en equipo y de cómo crear equipo.

“Una empresa no puede prosperar si no tiene a sus empleados detrás”. Neville Isdell

Una vez hemos logrado un mayor conocimiento de nosotros mismos y, una vez estamos abiertos a aportar nuestro grano de arena, hemos de conocer la importancia del trabajo del resto del equipo. Este conocimiento potenciará la confianza en nuestros compañeros, que, a su vez, generará mayor compromiso, viéndose reflejado en la consecución de los objetivos.

A la hora de crear el equipo de trabajo y de trabajar en equipo es imprescindible que exista un objetivo claro, definido y alcanzable. Esto dará sentido al trabajo que se va a realizar. La definición de objetivos es válida tanto para el trabajo individual como para el trabajo en equipo.

Pero no es lo mismo un equipo de trabajo que trabajar en equipo. Un equipo de trabajo puede ser la suma de trabajos individuales pero no de trabajo colaborativo. Desgraciadamente, en muchos casos el equipo de trabajo está compuesto por una suma de egos que interfieren en el trabajo en equipo y esto no es eficaz para alcanzar los objetivos planteados. Para trabajar en equipo hace falta espíritu de colaboración y sobra espíritu de imposición.

También es aconsejable, desde mi punto de vista, que estén bien definidas la misión (el por qué de la empresa, la razón de ser), la visión (hacia dónde va la empresa) y los valores de la empresa, puesto que también aportará un mayor sentido al trabajo. Es importante también que los valores de la empresa y los del empleado estén alineados para lograr mejores resultados.

Por otra parte, es necesario potenciar la comunicación, puesto que es la llave de la motivación. Nos va a ayudar a mejorar la transparencia y la confianza, además de eliminar la rumorología, uno de los grandes enemigos de la eficiencia en el trabajo.

Para mejorar la comunicación y el trabajo en equipo, podemos utilizar herramientas como la empatía, la asertividad y la escucha activa, sin perder de vista los diferentes niveles de comunicación:

  • Racional: contenido del mensaje.
  • Físico: lenguaje no verbal.
  • Emocional: desde dónde hablo.

Para que la comunicación sea bidireccional no podemos olvidarnos del feedback como herramienta, que nos ayudará también en la mejora de nuestros procesos.

Indudablemente, a la hora de realizar el trabajo irán surgiendo problemas, por lo que es necesaria una correcta gestión de los mismos, es decir, debemos ser proactivos y centrarnos en buscar soluciones y no culpables, algo que tendemos a hacer con frecuencia.

Otro de los problemas habituales al que nos enfrentamos es el tiempo o, mejor dicho, la falta del mismo. Es frecuente escuchar “no hay tiempo” o “no tengo tiempo”, pero a veces es preciso hacer una pausa y pararnos a pensar, o emplear algo más de tiempo para poder hacer los trabajos adecuadamente.

“Si no tienes tiempo para hacer las cosas bien, ¿qué te hace pensar que tendrás tiempo para hacerlas de nuevo?”. Seth Godin

Por último, es importante gestionar la información que se irá generando en la realización de las tareas, y poder analizar dicha información, tanto para realizar un seguimiento del trabajo, como para ir mejorando nuestros procesos de forma continua.

En resumen, las claves, si queremos lograr un buen trabajo en equipo, son:

  • definir los objetivos a lograr,
  • mantener el foco en dichos objetivos,
  • dar el mayor sentido posible al trabajo a realizar,
  • potenciar la comunicación y el feedback,
  • gestionar la información y analizarla, facilitando el seguimiento de las tareas, mejorando así la eficiencia y la mejora continua,
  • ser proactivos en la gestión de los problemas, buscando soluciones y no culpables.

 

Angel Partida
Ingeniero Técnico Industrial
Fundador de “Mantenimiento & Mentoring Industrial”

 

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¿Innovación o una nueva acción?

 

Tengo la sensación de que la palabra innovación se está utilizando de forma no adecuada en los últimos tiempos. Cuando se habla de innovación se destaca la parte tecnológica o la sofisticación, pero ¿eso es realmente la innovación? ¿No es posible innovar en la empresa no tecnológica?

Innovación significa hacer algo nuevo, diferente, por lo que es aplicable a cualquier empresa.

Según la RAE, innovar significa alterar las cosas introduciendo novedades.

Indudablemente se puede innovar tanto en productos como en servicios. Innovar también significa reinventar o transformar.

Podemos realizar la innovación de forma interna, es decir, desde nuestros empleados. Por tanto debemos potenciar el talento interno de nuestra empresa utilizando la comunicación y la formación con el fin de lograr motivación y compromiso. Aprovechar para, como dice Stephen Covey, “mover la curva”, es decir, detectar los puntos más eficientes dentro de la empresa, nuestros empleados con más talento e innovadores, para posteriormente publicitar sus ideas y logros, proponiéndoles como ejemplo a seguir, potenciando así su creatividad y fomentando que instruyan y guíen a sus propios compañeros.

También podemos realizar la innovación de forma externa, desde nuestros clientes y proveedores. Nuestro cliente puede tener una nueva necesidad, o una necesidad ya existente que no podemos cubrir plenamente con nuestro servicio o producto, por tanto, podemos, bien modificar nuestra solución, o bien desarrollar una nueva solución. También se puede dar la innovación desde los proveedores, ya que nos ofrecen nuevas soluciones y posibilidades que podemos aprovechar.

La innovación nos facilita la evolución constante dentro de la empresa, podemos pensar de forma continuada como mejorar nuestros procesos, productos y servicios, o bien desarrollar nuevas soluciones.

Por tanto debemos potenciar la creatividad dentro de la empresa, lo que nos ofrecerá la posibilidad de innovar para afianzar nuestra empresa y poder crecer posteriormente.

 

Angel Partida
Ingeniero Técnico Industrial
Fundador de “Mantenimiento & Mentoring Industrial”

 

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