Como ya comentaba en un artículo anterior, considero que es necesario potenciar la innovación dentro de la empresa. Por eso es imprescindible rescatar el talento interno de la empresa, talento que en muchas ocasiones es desperdiciado y en otras ocasiones no se aprovecha como se debería.
Indudablemente el empleado es el que mejor conoce los puntos positivos y negativos de su trabajo, donde es posible optimizar, donde eliminar procesos y donde añadir o cambiar procesos. La clave está en lograr que el empleado sienta que puede aportar, que su conocimiento y sus sugerencias pueden ser tenidas en cuenta, que es más que un simple eslabón dentro de la cadena de producción.
No obstante el talento necesita también de la formación adecuada para que se mantenga en constante evolución.
En el proceso de innovación se pueden utilizar algunas herramientas a la hora de desarrollar las ideas o los proyectos, algunas de estas herramientas pueden ser:
La tormenta de ideas fue ideada en 1938 por Alex Faickney Osborn. Es una herramienta de trabajo en grupo, en la que se plantea una reunión para generar ideas y hacer sugerencias sobre un tema determinado, aprovechando la capacidad creativa de los participantes.
Método con el que se estudia la situación de un proyecto, analizando sus características internas (Debilidades y Fortalezas) y su situación externa (Amenazas y Oportunidades). Dicho análisis se realiza utilizando una matriz cuadrada. Con esta herramienta se pretende determinar las ventajas competitivas.
Técnica creada por Edward de Bono en la que se presenta una metodología para lograr reuniones más eficientes. También puede ser utilizada a la hora de analizar un proyecto, utilizando de forma objetiva cada uno de los sombreros, cuyo color equivale a una forma de pensamiento. Puede ser utilizado de forma que una persona utilice el pensamiento de un sombrero concreto o también una misma persona puede utilizar distintos sombreros según el pensamiento que se necesite en cada momento.
Herramienta ideada por Alexander Osterwalder e Yves Pigneur, que permite describir de forma lógica la forma de un negocio o proyecto, agrupando los componentes en cuatro áreas que responden a cuatro preguntas (Qué, Quién, Cómo y Cuanto) y utilizando un diagrama estructurado en nueve bloques estratégicos:
Técnica de Edward de Bono utilizada para la resolución de problemas de forma imaginativa. Al evaluar un proyecto, limitaríamos las soluciones con el pensamiento habitual, es decir, con el pensamiento lógico, por lo que al utilizar el pensamiento lateral se pretende romper ese patrón rígido buscando nuevos puntos de vista y caminos alternativos mediante provocaciones del pensamiento permitiendo encontrar nuevas, ingeniosas e innovadoras soluciones. En el proceso se utilizan cuatro elementos:
Estas herramientas pueden ayudar a la hora de innovar, pero es imprescindible que exista una cultura de innovación en la empresa si queremos potenciar la innovación.
“Nos enfocamos en lo que existe, no en lo que podría existir”. Mario Alonso Puig
Angel Partida
Ingeniero Técnico Industrial
Fundador de “Mantenimiento & Mentoring Industrial”
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